SANLÚCAR 1
Cuartel en Convento de Carmelitas Descalzos
Los descalzos llegaron a Sanlúcar a la par que la rama calzada, en 1641, invitados igualmente por el duque don Gaspar, que estableció concierto el 11 de noviembre de 1640 con el padre provincial de Andalucía para labrar y dotar convento para veinticuatro frailes, por lo que le fue concedido el patronato de las provincias de Andalucía y de las Indias. Tras la licencia del arzobispo hispalense de 1 de marzo de 1641, la comunidad tomó posesión de la desaparecida ermita de San Roque, que se avocó de Ntra. Sra. del Carmen, y que se levantaba en la calle del Chorrillo, actual Ganado, en su parte baja.
Tras la marcha del duque a Valladolid, el acuerdo quedó roto, y los carmelitas tuvieron que conformarse con tan corto lugar, ampliado con algunas casas colindantes y traseras gracias a una donación en 1645, conservándose los planos del edificio en el Archivo Ducal. Sin embargo los frailes estaban descontentos con el sitio, por lo que en 1657 y 1659 intentaron trasladarse a unos metros, y fundar nuevo convento en el sitio de la Huerta Grande, lo que impidió el Ayuntamiento. En 1661, consiguieron comprar un terreno y unas casas que llamaban Corral de Alberto, más hacia la ribera, en la calle del Baño, y mudarse al año siguiente, donde permanecieron en estado precario algunos más. Como el proyecto de la nueva iglesia y convento fue tan desmesurado para su hacienda, los carmelitas se empeñaron por décadas, aunque finalmente levantaron el edificio entre 1668 y 1747, del que se conservan unas trazas de 1731 que reflejan la marcha de la obra.
Con la fachada de los pies hacia la calle San Juan, y tras un amplio atrio, presenta una sencilla planta de cajón de cruz latina de amplia nave única, con transepto de brazos cortos y capilla mayor en alto, de escasa profundidad y testero plano, y austero alzado interior, de gruesos y sencillos pilares cuadrangulares, a los que se adosan leves pilastras, y arcos formeros de medio punto, cubriéndose con bóveda tabicada de cañón con fajones y lunetos perforados. Su espacio se amplía con dos tandas de cinco capillas, comunicadas entre sí y abiertas a la nave.
Con la ocupación francesa el convento, que estaba habitado por 8 religiosos y 3 legos, bajo la dirección del padre prior fray Alonso de Jesús María, sufrió su primera desamortización y su templo se convirtió en ayudantía de parroquia, regresando la comunidad tras la salida de las tropas invasoras, para sufrir de nuevo la exclaustración de 1821, que provocó que un año más tarde volviese a su función parroquial, hasta que la comunidad regresó por segunda vez en 1823. Finalmente fue expulsada y la iglesia volvió a ser ayuda de parroquia, con el correspondiente informe favorable de la Comisión de Conventos, dirigido por el perito municipal José María Gutiérrez, de 31 de agosto de 1837, en que declara: “El del Carmen Descalzo está proporcionalmente destinado para trasladar a su yglesia la Parroquia de la Trinidad, cuya estrechez e inmediación al mercado público la hacen insuficiente a este destino y siempre espuesta a irreberencias: el cuerpo del convento ofrece también localidad bastante para establecer en él la escuela gratuita de primeras letras y cualquier otro establecimiento de enseñanza pública que se proyectase en los subcesivo”.
El inmueble, tras su cesión por la Diputación Provincial, previo otro informe realizado por los síndicos del común en marzo de 1838, fue habilitado en 1843 para la enseñanza pública, y también fue cuartel de la Guardia Civil hasta 1884, escuela de Artes y Oficios, Academia de música y almacén municipal, hasta su enajenación en febrero de 1885 a favor de Pedro Manjón y Mergelina por 10.001 ptas., sirviendo actualmente como Centro de día de la Tercera Edad.
(Información obtenida del artículo "Patrimonio artístico desamortizado de los conventos carmelitanos masculinos sanluqueños (1835)", de Fernando Cruz Isidoro, de la Universidad de Sevilla, publicado en Laboratorio de Arte, 20-2007)